septiembre 19, 2024

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Cuáles son los medicamentos que la UNAM no recomienda tomar ante un contagio de COVID-19

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En las últimas semanas, México ha sido testigo de una escalada de contagios por el virus del COVID-19 importante. De hecho, este sábado se alcanzó el máximo histórico de la pandemia con 47,113 diarios notificados, superando los 44,293 registrados el pasado 14 de enero y alcanzando un total de 4,385,415 casos.

Y es que el inicio del invierno, la entrada de una variante más contagiosa (Ómicron) y las fiestas de fin de año aceleraron los casos. Aunque parece que con esta nueva variante los cuadros son menos graves, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) emitió una serie de recomendaciones para hacerle frente a esta cuarta ola de contagios.

La Comisión Especial para la Atención de la Emergencia por COVID-19 de la UNAM, recomendó a las personas infectadas solamente utilizar paracetamol e ibuprofeno para aliviar los síntomas, además de no usar la siguiente lista de medicamentos, pues según el organismo, podrían generar complicaciones o riesgos de toxicidad al paciente:

– Antibióticos de ningún tipo (azitromicina, levofloxacina, ceftriaxona, ivermectina, hidroxicloroquina, etc.).

– Antivirales que no tienen efecto contra el virus causante de COVID-19 (oseltamivir, amantadina, rimantadina, aciclovir, etc.).

– Medicamentos esteroides en los primeros cinco días de la enfermedad (cortisona, dexametasona, etc.).

– Anticoagulantes sin supervisión médica (Aspirina, heparina, enoxaparina, clopidogrel).

Por otro lado, la UNAM alertó que la principal forma de contagio del virus causante de COVID-19 es por medio de los aerosoles que produce una persona infectada con el virus (con o sin síntomas) y que se forman al respirar, hablar, toser, estornudar, soplar, gritar, cantar y respirar, por lo que reiteró que el uso del cubrebocas disminuye la cantidad de virus que exhala una persona infectada y limita la cantidad de virus que inhala una persona que se encuentre cerca.

Si se usa cubrebocas de tela, mencionó, es necesario que tenga tres capas y sea de una fibra natural (algodón); si el cubrebocas es quirúrgico desechable, también debe ser de tres capas. Su eficacia puede medirse si impiden el paso de la luz.

Aseguró que los cubrebocas de mayor eficiencia (N95, KN95, KF94, FFP3, FFP2, FFP1) es mejor utilizarlos en situaciones donde el riesgo de aerosoles provenientes de enfermos sea mayor, como puede ser al atender a un enfermo en casa, en un consultorio o en el hospital.

 “El éxito de la prevención al utilizar el cubrebocas se logra con su uso adecuado. Cualquiera que se utilice debe cubrir la nariz y la boca al mismo tiempo y estar ajustado al puente de la nariz y a la piel de la cara sin pliegues, para evitar la entrada libre de aire por las comisuras”, se lee en el comunicado de la institución.

Recomendó que en caso de decidir utilizar doble cubrebocas para aumentar la protección, será mejor combinar cubrebocas de dos tipos de materiales diferentes y colocar primero el de mayor eficiencia y encima el de menor. Una vez colocado se debe evitar tocarlo por el frente, se debe retirar por la cintas ajustables y lavarse las manos después de hacerlo. Asimismo, la máxima casa de estudios destacó la importancia de la vacunación contra COVID-19 para hacerle frente a un posible contagio con síntomas graves y tenga mayor probabilidad de requerir hospitalización y morir, “por lo que reiteramos la importancia de que todas las personas mayores de 15 años inicien o completen sus esquemas y reciban su dosis de refuerzo en cuanto les corresponda”.