Salud Mental: 3 Señales de alerta de niños que sufren ansiedad o depresión
Tras la pandemia, los niveles de depresión y ansiedad aumentaron en niños y adolescentes. La salud mental es una de los focos rojos que debemos cuidar
La niñez y adolescencia no solo se enfrentan a los cambios hormonales, los cambios físicos propios del crecimiento y diferentes etapas escolares. Ante la invasión de un mundo completamente digital, se agravaron problemas como el bullying, el acoso y surgieron nuevos peligros como el groomin, entre otros. Dichas situaciones pueden acabar en enfermedades como la depresión o trastornos de ansiedad.
Los más pequeños de la casa suelen ser los más vulnerables ante las situaciones de violencia y la exposición en Internet, por ello es importante mantener una comunicación constante con tus hijos para saber cómo se sienten, con quién hablan y qué hacen en las redes sociales.
Es normal que un niño o adolescente se niegue a hablar con sus padres sobre ciertos temas, ya sea por privacidad, baja autoestima o porque se sienta amenazado por su grupo de amigos.
Con la pandemia, los niveles de ansiedad y depresión aumentaron en niños y adolescentes, ya que el encierro los privo de su entorno cotidiano y dificulto su desarrollo social. Es importante tomar en cuenta ciertas señales para evaluar la salud mental de los más jóvenes.
Ansiedad y depresión y niños
Aislamiento, irritabilidad y falta de concentración
Un niño que sufre de depresión podría presentar actitudes negativas para convivir con los demás, ya sea que pase periodos largos encerrados en su habitación o se muestre apático en fiestas familiares o interacción social.
También pueden tener episodios de irritabilidad y mal humor o ataques de ira sin razón. Aveces este comportamiento se confunde con una mala actitud. Además, comienzan a tener un bajo desempeño escolar, ya que no se concentran en clases o en sus tareas, también suelen estar más distraídos de lo normal. Es importante mantener una comunicación constante con los niños y adolescentes.
Miedo irracional
Cuando sufren ansiedad, lo normal es mostrar un poco de miedo, pero este trastorno desarrolla episodios de pánico sin razón que van desde la sudoración, palpitaciones del corazón y la negativa a hacer o ir a algún lugar sin razón aparente. Muchas veces se niegan a ir a la escuela o salir.
También pueden negarse a quedarse solos sin los padres a dormir sin compañía o que se les “fuerce” a hacer alguna actividad.
Cambio en los hábitos de su rutina diaria
Con enfermedades como la depresión y trastornos como la ansiedad los niños tienen un impacto negativo en sus vidas, ya que comienzan a cambiar sus hábitos. Pueden dejar de comer o aumentar su ingesta, sufren de insomnio y problemas para conciliar el sueño.
Dejan de lado las actividades que solían disfrutar por falta de ganas, energía o ánimo. Presentan falta de apetito o entusiasmo por algo en particular.
Fuente: El Heraldo de México