Me hacen depósitos para la despensa, luz y agua: ¿debo declararlos al SAT?

La Ley de Ingresos de 2022 propone incrementar las obligaciones para que los proporcionen información mensual, en lugar de anual, de los depósitos en efectivo.

Ten cuidado con los depósitos en tu tarjeta bancaria para pagar los servicios básicos como la despensa, el agua, la luz o incluso la renta de tu departamento o casa, ya que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) aumentará vigilancia en todos los que sean en efectivo.

Esto porque la iniciativa de Ley de Ingresos de 2022 propone incrementar las obligaciones para que las instituciones financieras proporcionen información mensual, en lugar de anual, de los depósitos en efectivo que reciban los cuentahabientes.

Por esta razón, lo primero que debes hacer es asegurarte que estos depósitos se hagan a través de una transferencia electrónica, ya que estos no son necesarios declararlos al SAT. Lo reportable son los depósitos en efectivo, así que ten cuidado.

El SAT prestará mayor atención a los depósitos en efectivo mayores a 15 mil pesos mensuales, ya que recibir dinero por esta vía complica la labor del SAT de identificar el origen legal de los recursos. Las transferencias electrónicas son más fáciles de rastrear e identificar.

Por el contrario, si tus depósitos en efectivo superan la cantidad de 15 mil pesos, el SAT podrá tomar cartas en el asunto, esto debido a que se deben declarar, de acuerdo con la Resolución Miscelánea Fiscal para 2021: Regla 3.5.13.

La dependencia detalla que las Instituciones del Sistema Financiero deberán declarar los depósitos en efectivo que se realicen en las cuentas abiertas a nombre de los contribuyentes en las instituciones, toda vez que el monto mensual acumulado exceda los 15 mil pesos mexicanos.

Cabe recordar que un depósito en efectivo se hace en moneda nacional o extranjera en cualquier tipo de cuenta que las personas físicas o morales tengan a su nombre en las Instituciones del Sistema Financiero, así como las adquisiciones en efectivo de cheques de caja.

Fuente: El Financiero