Grupo de choque fue detectado presuntamente buscaba tomar planta de Cruz Azul en Hidalgo: CDMX
Durante la madrugada de este día se detectó, en la Ciudad de México, un punto de encuentro con alrededor de 500 personas que se organizaban para abordar 17 camiones y de 20 taxis con el propósito de trasladarse a la planta de la cooperativa de La Cruz Azul en Tula de Allende, Hidalgo, para, precisamente, tomarla de manera violenta.
Los socios cooperativistas de La Cruz Azul y el grupo que administra la planta informaron que tras la intervención de la policía del estado, además de corporaciones municipales y federales, el grupo fue contenido antes de llegar a la planta, lo cual, consideraron, evitó «un nuevo baño de sangre».
El pasado 27 de abril, también de madrugada, se registró un enfrentamiento en las instalaciones de la cementera en Tula después de que convoyes de autobuses de la CDMX y el Estado de México llegaron para apoderarse de ella. Hubo detonaciones de armas de fuego e incendio de vehículos; el saldo fue de ocho trabajadores muertos.
Antes, el 15 de diciembre, un grupo intentó tomar las instalaciones, con apoyo de un actuario y en una operación en la que, en ese momento, participaron con acompañamiento elementos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSPH), lo cual derivó en otro enfrentamiento, debido a que los socios defendieron la cementera y se atrincheran dentro.
Estos episodios se deben a la confrontación entre dos corrientes internas que disputan el control directivo de la Cruz Azul. Uno encabezado por los exdirectivos José Antonio Marín y Víctor Velázquez; el otro, por Federico Sanabria Pozo, que actualmente tiene la posesión del inmueble.
Ambos se culpan mutuamente de la autoría intelectual de los ataques.
A través de un comunicado, el grupo de Sanabria señaló que hacía responsables «de cualquier agresión en contra de nuestras instalaciones, en contra de la integridad física de socios cooperativistas, trabajadores y sus familias, así como de los vecinos de las comunidades aledañas», a los personajes con los que está confrontado por el control directivo, «quienes hoy demostraron que están desesperados y dispuestos a lo que sea con tal de apoderarse a la mala de la planta».
Después de los ocho muertos en el enfrentamiento de abril, el gobernador Omar Fayad Meneses dijo que instancias del Poder Ejecutivo intervendrían con la intención de conciliar entre las partes.
Los cooperativistas reiteraron la solicitud tanto a Fayad, como al gobernador electo Julio Menchaca, al comandante de la Guardia Nacional, general Luis Rodríguez Bucio, y al presidente municipal de Tula, Manuel Hernández Badillo, para mantener la presencia de los cuerpos de seguridad en alerta máxima ante la posibilidad de una nueva agresión.
Asimismo, solicitaron a las autoridades continuar con las investigaciones correspondientes y seguir la ruta del dinero.
«Sólo con millonarios recursos es posible implementar una movilización de esta magnitud, utilizando a los agresores como carne de cañón para satisfacer los intereses de grupo», acusó la directiva encabezada por Sanabria.