Ellas cultivan, tú decides y compartes

Por Malak Granados Fuentes
A veces olvidamos que detrás de cada taza hay manos que no solo siembran, sino que resisten. Por azares del destino, mientras esperaba un arreglo en el mercado de las flores de San Ángel, llegué a la cafetería Padre Café, me encontré con una pequeña exposición de productos provenientes de proyectos liderados por mujeres cafetaleras. Fue imposible no detenerme. Tazas, bolsas de grano, productos y más productos… y detrás de todo eso, historias.
Una de las integrantes del equipo, me habló de ellas. “Las mujeres han sostenido las fincas mientras los hombres migran, mientras el clima cambia, mientras las crisis van y vienen. Hoy, muchas también lideran cooperativas, deciden sobre los ingresos y están abriendo espacios de formación para otras”, me dijo con convicción.
El café que se vende aquí no es genérico. Lleva nombre de comunidad, de montaña, de esfuerzo. Muchos de los lotes que se tuestan en esta barra provienen de organizaciones como la Unión Majomut en Chiapas o Femcafé en Veracruz, donde son las mujeres quienes administran, seleccionan el grano, lo secan al sol y lo defienden como lo que es: su patrimonio.
En las bolsas puedes leer los nombres, la compañera de la cafetería nos contaba con mucha pasión como hablan de su café con orgullo, cómo se ríen mientras tuestan y cuentan anécdotas mientras pasean en el campo. No hay victimismo, hay dignidad. Y eso cambia completamente la forma en que uno compra.
Porque claro, podrías elegir cualquier café en las tiendas estadounidenses. Pero aquí, al hacerlo, eliges también respaldar un modelo en el que esas mujeres reciben un pago justo por su trabajo, donde tienen voz en las decisiones y donde lo que producen no se queda solo en el campo, sino que llega a una barra con respeto.
No se necesita hacer activismo para ayudar. Basta con mirar la etiqueta, con preguntar quién produjo lo que consumes. Y si puedes, hablar de eso, invitar a tus amigas, regalar una bolsa, llevar ese mensaje con cada sorbo.
Yo me llevé una mezcla elaborada por mujeres de Femcafé. Dice en la etiqueta: “Acidez cítrica, afrutado y floral”. Pero yo te diría que sabe también a esfuerzo y a futuro. Porque en el café que cultivan ellas, lo que florece es mucho más que una planta: es la posibilidad de un mundo más justo.
San Ángel, Ciudad de México
de 2025






