Cancún: Talan decenas de ejemplares de manglar en Chacmochuch para extraer madera
Supuestamente las maderas serían para los puestos de venta de pescado que se encuentran sobre el Arco Norte.
En un tramo de por lo menos 800 metros lineales fueron talados decenas de ejemplares de manglar para extraer madera dentro del Sistema Lagunar Chacmochuch, presuntamente, para los puestos de venta de pescado que se encuentran sobre el Arco Norte.
Sobre el camino al antiguo relleno sanitario, durante varios días, se cortaron ramas de forma indiscriminada, sin tomar en cuenta que se trataba de especies protegidas consideradas en peligro de extinción.
Las ramas útiles se las llevaron, mientras que sobre el camino dejaron los pedazos inservibles.
Durante un recorrido realizado por Novedades de Quintana Roo fue posible constatar que personas se encontraban en el sitio con un machete en mano cortando ramas.
De acuerdo con el Comité de Vigilancia Comunitaria del Río Chacmochuc, los delitos ambientales en esta zona son recurrentes, pues las denuncias ante las autoridades correspondientes, a nivel estatal y federal, no prosperan.
Los manglares que se encuentran en el paso del camino al antiguo relleno sanitario ya muestran afectaciones por la obstrucción del flujo hidrológico, la constante tira de basura y escombro y, recientemente, también de sargazo.
Las cuatro especies de manglares presentes en la zona están protegidas por la Norma Oficial Mexicana 059-Semarnat-2010, de manera que su tala es un delito.
El Artículo 60 de la Ley General de Vida Silvestre prohíbe expresamente la remoción, relleno, trasplante, poda, o cualquier obra o actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar; del ecosistema y su zona de influencia.
Asimismo, el Código Penal Federal prevé en su artículo 420 Bis sanciones de hasta diez años de prisión a quien dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas, esteros o pantanos
Los ecosistemas de manglar cumplen con diversas funciones ecológicas: son hábitat de cientos especies de aves y funcionan como refugio para la anidación y etapa juvenil de peces y crustáceos; tienen la capacidad de capturar cinco veces más carbono que un árbol convencional; son una barrera de protección ante fenómenos hidrometeorológicos, además de ser biofiltradores del agua, que permiten que permanezca limpia, según la explicación de la bióloga Patricia Santos, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
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